El cáncer se origina por la alteración de la célula, la cual comienza a divirse de manera autónoma, generando otras células como ella que se replican sin control, invadiendo el organismo. Esta proliferación celular descontrolada es causada por factores físicos, químicos o biológicos en un proceso llamado carcinogénesis.
Los
principales tipos de tratamiento del cáncer son:
Ø Cirugía:
Cuando se usa para tratar el cáncer, la cirugía es un procedimiento por el que
un cirujano extirpa el cáncer del cuerpo.
Ø Radioterapia:
La radioterapia es un tipo de tratamiento del cáncer que usa altas dosis de
radiación para destruir células cancerosas y reducir el tamaño de tumores.
Ø Quimioterapia:
La quimioterapia es un tipo de tratamiento del cáncer que usa fármacos para
destruir células cancerosas.
Ø Inmunoterapia
para tratar el cáncer: La inmunoterapia es un tipo de tratamiento que ayuda al
sistema inmunitario a combatir el cáncer.
Ø Terapia
dirigida: La terapia dirigida es un tipo de tratamiento del cáncer que ataca
los cambios en las células cancerosas que les ayuda a crecer, a dividirse y a
diseminarse.
Ø Terapia
hormonal: La terapia hormonal es un tratamiento que hace lento o detiene el
crecimiento de cánceres de seno y de próstata que usan hormonas para crecer.
Ø Trasplante
de células madre: Los trasplantes de células madre son procedimientos que
restauran las células madre que forman la sangre en pacientes con cáncer en
quienes se destruyeron con dosis muy altas de quimioterapia o de radioterapia.
Ø Medicina
de precisión: La medicina de precisión ayuda a los médicos a seleccionar
tratamientos que tienen más probabilidad de ayudar a los pacientes basándose en
el entendimiento genético de sus enfermedades.
LOS 6
AVANCES MÁS NUEVOS Y ESPERANZADORES CONTRA EL CÁNCER:
1.Diagnósticos
más sencillos
Biopsias:
las pruebas para detectar si había células cancerígenas, las biopsias, pueden
suponer en algunos una intervención quirúrgica por la dificultad de acceder al
órgano afectado. Ya se había avanzado mediante pruebas nada invasivas, como el
análisis de fluidos biológicos (la orina, la saliva o las heces). Ahora se ha
añadido la biopsia líquida: es un detector de cáncer a través de la sangre.
Esta biopsia da más información y en menor tiempo. Las pruebas son menos
invasivas y se mejoran los resultados.
2. La
radioterapia reduce efectos secundarios
La
radioterapia es uno de los tres métodos más utilizados cuando se trata de
eliminar a las células cancerígenas.
Pero
también mata a las células sanas y no es tampoco un método inocuo para el
organismo. Sin embargo, se ha dado un paso de gigante gracias a la nueva
técnica denominada braquiterapia:
En
lugar de “atacar” desde fuera el tumor, esta técnica consiste en colocar la
fuente radiactiva dentro del propio tumor o muy cerca. De esta manera sólo se
destruyen las células cancerígenas sin dañar tejidos u órganos cercanos.
Otra
importante ventaja es que el tratamiento dura solo cuatro días y, dado el grado
de precisión que tiene, los efectos secundarios son mucho más bajos. Pero es
igual de efectiva que la terapia tradicional por lo que se refiere a curación.
3. Un
tratamiento personalizado
Además
de la radioterapia, los otros dos tratamientos básicos para eliminar el cáncer
son la operación para extirpar las células malignas y la quimioterapia, es
decir, tratarlas con medicamentos que hasta ahora básicamente eran derivados de
hongos y algas.
El
problema de la quimioterapia era sobre todo sus efectos secundarios (caída de
pelo, náuseas, bajada de defensas).
Sin
embargo, también los fármacos se están especializando cada vez más. Ya hay una
nueva línea de medicamentos dirigidos contra las moléculas presentes en ciertos
tumores de mama, estómago, melanoma, pulmón y linfoma.
4. Nuestras
defensas entran en acción
Pero
sin duda, el gran avance en el que se están poniendo más esperanzas es en la
inmunoterapia, como sustitución de la quimioterapia: que sean nuestras defensas
las que destruya las células malignas. Se han hecho varios avances sobre todo
para que los anticuerpos reconozcan las células malignas, ya que muchas veces
estas usan métodos para pasar “desapercibidas”.
Es
especialmente importante para el tratamiento de los cánceres de pulmón, riñón o
piel, en los que no había buenos tratamientos de quimioterapia. Y no se trata
de proyectos, sino que ya se comercializan. Los pacientes pueden encontrar
familias de anticuerpos preparadas para luchar contra determinados tipos de
cáncer en las farmacias.
5. Vencer
al cáncer "dormido"
El
Instituto de Oncología de Vall d’Hebron ha dado un paso de gigante para luchar contra
las células cancerígenas que se quedan "escondidas" en el cuerpo tras
haber superado un cáncer.
Son
células malignas pero que no están activas (no se multiplican) mientras el
cáncer se está tratando con quimioterapia, por ejemplo, así que esta no les
afecta. Más adelante, cuando el cáncer parece superado, pueden
"despertar" y provocar una recaída.
Se ha
detectado una proteína responsable de generar una especie de reservas de estas
células "durmientes". Al ser identificada se está trabajando para
crear fármacos que puedan bloquearla y eliminar así las células inactivas y
resistentes a los tratamientos oncológicos.
Se
trata de un importante avance para evitar las temidas recaídas en los pacientes
oncológicos de forma que una vez superada la enfermedad, se pueda hacer esta
afirmación de forma definitiva.
6. La
importancia de una medicina integrada
Ha
sido tras un largo debate, pero hoy día ya muchos médicos reconocen que los
tratamientos naturales pueden aportar muchos beneficios a la mejora del
paciente, tanto en calidad de vida como en el resultado del tratamiento.
El
hecho de haber abierto esta vía de oncología integrativa, por ejemplo, ha
permitido que hoy se acepten algunas plantas y hongos que potencian los
tratamientos clásicos contra los tumores. De igual manera, se aplican ahora
ayunos controlados durante la quimioterapia que mejoran la eficacia de los
medicamentos y disminuyen su toxicidad. Todo siempre bajo control médico.
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